Lo sé bien como mujer y como psicóloga: en mi consultorio me encuentro con mujeres que están agobiadas física y emocionalmente. En la actualidad, las mujeres tenemos que ser mamás, parejas, profesionales, amantes y, por si fuera poco, lucir perfectas. Las mujeres con las que me encuentro en la consulta (y por fuera de ella) sienten que necesitan unas vacaciones, necesitan un par de semanas para descansar… ¡de sus vidas! Pero querer tomarse un tiempo para ellas mismas y no saber de nadie las hace sentir mal. A las mujeres nos han vendido la idea de que para ser buenas tenemos que ser entregadas y sacrificadas, sin reserva. Nos han convencido de que tenemos que echarnos encima las cargas de nuestras parejas y de nuestros hijos. Por si eso fuera poco, también nos han educado para velar por nuestros padres y nuestros hermanos. Para ser una buena mujer, nos dicen, debemos ser las salvadoras de todos… ¡menos de nosotros mismas! Nos condicionan para ser verdaderas súpermujeres y eso significa que seamos las últimas en las listas de nuestras propias prioridades. Todo esto produce agotamiento, en el sentido doble de la palabra: sufrimos de un cansancio extremo y, después de entregarlo todo, no nos queda nada más para dar. Si estamos agotadas, ya no nos quedan recursos para tener control emocional. Si no tenemos recursos, nuestra inteligencia emocional para convivir con nuestra pareja o nuestros hijos también se agota.

Mujeres, hay que “tanquear”

Para evitar el agotamiento, necesitamos recargarnos. Tenemos que hacer cosas PARA nosotras mismas. En otra entrada explicaba que como seres humanos necesitamos balancear nuestro componentes físico, emocional y espiritual. Para lograr el equilibrio, tenemos que ocuparnos de nuestro propio desarrollo. El problema es que las mujeres tendemos a dejar de lado nuestros propios intereses por complacer a nuestros esposos y a nuestros hijos. Por si eso fuera poco, nos exigimos cumplir unas metas laborales y de éxito muy altas. Todo eso hace que tengamos muy poco tiempo para nosotras mismas, para hacer lo que nos gusta. Todo lo que disfrutamos contribuye a nuestro equilibrio y evita que nos agotemos. A continuación te propongo tres maneras de recargarte.

Las amigas

Una tarde hablando con tus amigas puede ser una de las mejores terapias que puedes hacer. Hay un estudio que encontró que las mujeres hablamos unas doce mil palabras por día; los hombres solo dicen dos mil. Nuestro primer consejo es vete a tomar un café o un coctel con tus amigas y habla de TODO lo que quieras. Si son tus amigas es porque con ellas hay empatía y puedes hablar con ellas tranquilamente y con confianza de todo lo que sientes.

Haz algo que siempre te ha gustado

¿Te acuerdas de lo mucho que disfrutas bailar o pintar o leer o…? Haz algo que disfrutes mucho, pero que tus ocupaciones cotidianos te han obligado a aplazar y aplazar hasta el punto de olvidarlo. Por ejemplo, tómate una tarde para consentirte: vete a un spa o a un salón de belleza, tú sola, sin tu pareja y sin tus hijos. Te invitamos a que te des tiempo para TUS cosas, las tuyas propias, no las que compartes con los demás. Conviértelo en una rutina: cada semana, en un día y a una hora específicos, tienes una cita contigo misma. Aprende algo que siempre has querido saber Toma clases de escritura, pintura, boxeo, natación, música o cocina. Date la oportunidad de aprender eso que siempre has querido saber. Recuerda que para interiorizar realmente algo, tu mente necesita al menos 90 días. Entonces prográmate para estar en clases al menos durante los próximos tres meses y ¡DISFRÚTALO! Además de lo mucho que vas a descubrir, aprender algo nuevo te estimula y te genera autorreconocimiento. Cuando eres consciente de que aprendiste algo, te das un refuerzo positivo a ti misma y tu autoestima se fortalece. ¡No solo vas a ser más sabia sino que te vas a sentir mejor contigo misma!

Nuestra ñapa: concédete una pequeña indulgencia y date un gusto culposo

Cómprate algo que no necesites… y que no desequilibre (demasiado) tu presupuesto de este mes. Tú y yo sabemos que no NECESITAS esos zapatos rojos de los que estás antojada desde hace semanas, pero también sabemos lo bien que combinarían con tu vestido negro 😉 También te hemos insistido en lo importante que es cuidar tu bienestar físico, y lo necesario que es comer saludablemente, pero ese postre con el que has intercambiado miradas en la pastelería merece una oportunidad. O simplemente ¡NO HAGAS NADA! Negocia con tu esposo para que se vaya con tus hijos todo el día, desde la mañana hasta la tarde. ¡Quédate sola y dedicate a perecear! *** No te estoy diciendo que seas egoísta y dejes de pensar en tus seres queridos, pero no olvides preocuparte por ti misma. Cuídate y dedícate tiempo y atención.

Sobre la autora

Ps. LORENA POLANÍA

Ps. LORENA POLANÍA

Psicologa Clínica- Fundadora

» Si puedes vivir mejor, si puedes estar en armonía, si puedes encontrar la paz interior, ¿qué esperas para conseguirlo? La vida esta llena de retos y desafíos. En PolPer PBM contamos con profesionales idóneos que te brindan su conocimiento y experiencia para que puedas encararlos y vencerlos para alcanzar lo que deseas» .
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