Trabajar con parejas me ha enseñado que la construcción de cada relación es artesanal y que sin lugar a dudas, cada quien espera cosas diferentes.

Sin embargo, hay unos mínimos que permiten, incluso desde la diferencia, vivir relaciones más reales, sanas y satisfactorias teniendo en cuenta por supuesto, los desafíos que trae la propia vida. Claro está que podemos tomar otro camino y caer en lo que llamo en este escrito, relaciones mediocres y sin sentido.
Ahora bien, ¿qué es una relación mediocre?. Desde mi experiencia profesional, es aquella donde falta conexión emocional, donde no hay risas, diversión ni aventura (aspectos que hacen que la relación se sienta vacía). Esa desconexión de la que hablo, puede ocasionar conflictos constantes o evitación de los mismos, lo que sólo aumenta la tensión en la pareja.

En este tipo de relaciones mediocres, se evidencia la falta de comunicación o cómo dicha comunicación llega a ser deficiente, factor que lleva a malentendidos y a que los integrantes de la pareja se sientan incomprendidos o desatendidos.

Por otra parte, un aspecto evidente en relaciones mediocres, es la ausencia de crecimiento o desarrollo personal; esto puede ser producto de inseguridades, miedos y deseo de control, y en algunos casos, puede llevar además, a la falta de apoyo hacia las metas de la pareja.
Otro síntoma de las relaciones vacías es el desinterés en el bienestar de la otra persona. ¡Ojo con esto! Uno de los principios fundamentales de las relaciones sexo/afectivas es desearle el bien a la pareja, y si esto falta… bueno, ¿a dónde vamos?

Por último, -y no porque estos sean las únicas características de las relaciones mediocres, sino porque son las que hoy, escribiendo, vienen a mi mente-, quiero cerrar con la dificultad de verse en el futuro con el otro miembro de la pateja, o sea, la falta de metas u objetivos compartidos. Este es un factor que como los demás mencionados, muestra la falta de sentido en las relaciones.

Pero, ¿por qué se convierte una relación sexo/afectiva en mediocre o sin sentido?

Te voy a listar a continuación algunos puntos que encuentro comunes en este tipo de relaciones desconectadas y mediocres.
🧠 Falta de comunicación: la base de toda relación saludable es una comunicación efectiva y no violenta. Sin ella, ¿cómo se van a entender?, ¿cómo se van a resolver los malentendidos?, ¿cómo se van a construir acuerdos?, Sin comunicación, la desconexión emocional se vuelve el pan de cada día y los acuerdos en la cotidianidad se vuelven inexistentes, lo que complica más la convivencia.
🧠 Evitar temas difíciles: las relaciones saludables se componen de conversaciones incómodas; estas son fundamentales para llegar a acuerdos; luego, en algún punto, este tipo de conversaciones se dejan de tener o se requieren con menos frecuencia. ¡RECUERDA, evitar el conflicto sólo lo vuelve más grande!
🧠 Descuido de las necesidades emocionales: cada persona tiene necesidades emocionales únicas. Una relación se vuelve insatisfactoria cuando estas necesidades no son reconocidas o respetadas por el otro. No es que tu pareja tenga que solventarlas, pero sí saber que existen y claro, en algunos casos, resulta enriquecedor atenderlas.
🧠 Ausencia de crecimiento personal y como pareja: las relaciones y sus integrantes deben evolucionar. Si se estancan, pierden significado y propósito; así que en las relaciones sanas se catapulta al otro, no se le frena.
🧠 Falta de admiración, aprecio y reconocimiento: sentirse valorado y apreciado es esencial. La indiferencia puede llevar a la insatisfacción. ¿Cómo vas a amar o desear lo que no ves, reconoces o admiras?
🧠 Perder la individualidad: a este punto le tengo pavor. Amo mi individualidad, mis intereses, mi espacio, mi lugar y veo fundamental, cómo ese respeto por lo que se es desde el YO, enriquece la relación. Mantener la identidad personal es crucial. Sacrificar demasiado de uno mismo puede llevar a una relación desequilibrada. Además, que cada uno tenga su propia vida, metas, intereses y relaciones, contribuye a la admiración por parte de la pareja, lo cual refuerza que no estén en la relación por necesidad, sino por decisión.
🧠 Dejar de trabajar en la relación: las relaciones de pareja que tienen como objetivo la construcción y compromiso, necesitan de esfuerzo y acciones diarias para seguir trabajando en el deseo, la confianza y el amor.
🧠 Caer en la monotonía: en otra publicación hablé de la diferencia entre monotonía y rutina, te recomiendo esa publicación si tienes dudas al respecto. Ahora bien, en este punto quiero enfatizar que la monotonía deja de lado la creatividad, la aventura y el asombro, todos ellos factores claves para mantener el interés y la conexión.
🧠 Independencia excesiva: si no eres colombian@ y estás leyendo esta entrada del blog, no estoy segura si vas a entender el siguiente dicho, pero tengo que citarlo porque me encanta y me parece pertinente: “ni tanto que queme el santo, ni tan poco que no lo alumbre”. En otras palabras, el equilibrio entre lo individual y la relación es clave. La individualidad es crucial, pero trabajar sólo en el YO y olvidarse de la decisión de compartir la vida con el otro, es igualmente peligroso para la relación (así como lo es el centrarse sólo en la pareja). Por ello, el equilibrio entre la individualidad y el NOSOTROS es fundamental.
🧠 Falta de contacto físico y emocional: tocarse, besarse, acariciarse es importante. La falta de contacto físico es síntoma de dificultad en la forma en la que fortalecemos el vínculo. La relación necesita de contacto. La disminución o ausencia de cercanía emocional y física, es sin duda un indicador de una relación mediocre.
🧠 Desinterés en compartir gustos o actividades: no hay que hacer todo juntos, sin embargo, las parejas que no participan o que no comparten intereses mutuos, pueden encaminarse a un distanciamiento importante que se manifiesta en la individualidad excesiva.
🧠 Sentimientos de insatisfacción o vacío: no resolver insatisfacciones puede llevar a que uno o ambos miembros de la pareja sientan que algo falta en la relación, y sin conversarlo, esto sólo aumentará la distancia emocional.
🧠 Centrar la vida en los hijos: en caso de tener hijos, puede pasar que se centre todo en torno a la crianza, la familia y el objetivo de ser padres, y aunque este rol de la partenidad es importante, es sólo una parte de la vida en pareja. Por tanto, centrarse sólamente en ello, desconecta y distancia, deserotiza y apaga la relación. ¡Cuidado con eso!

Como mencionaba unos párrafos arriba y ya para finalizar, cada relación es única y lo que funciona para una pareja puede no ser adecuado para otra.

Sin embargo, hay aspectos universales que contribuyen a una relación satisfactoria y son los siguientes:

💓 Respeto mutuo
💓 Espacio para el crecimiento individual y conjunto
💓 Comunicación abierta, honesta y no violenta.
💓 Compromiso compartido para superar desafíos

🔍 Te dejo una invitación, evalúa tu relación actual. ¿Estás en un camino de crecimiento y satisfacción mutua, o hay áreas que necesitan atención?

La terapia de pareja siempre es un espacio de crecimiento, de cuidado de la relación, y no necesariamente está relacionado con el conflicto. Busca ayuda y apoyo.

 

 

Recuerda, ¡mereces una relación plena, sana y significativa!.

Jenny Hermann. Corrección de Estilo

Sobre la Autora

LORENA POLANÍA

LORENA POLANÍA

Psicóloga Clínica - Fundadora

Terapeuta individual y de pareja
Egresada Master en Sexología

Coautora del Libro:
Dos para Ser Felices
Editorial Grijalbo.

Más Información:

lpolper@polperpsicologia.com
Tel: +56 933 964 621

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