El que juega con fuego acaba quemándose: cómo manejar la tentación de ser infiel
Como con muchas otras aspectos de nuestra vida, la fidelidad no depende de lo que te pasa sino de lo que haces con lo que te pasa.
Normalmente una relación estable de pareja comienza con una etapa de coqueteo y de conquista, con la intención de compaginar y coincidir. En esta situación, tú sabes que estás disponible afectivamente.
La infidelidad, por su parte, puede empezar con coqueteos sutiles o directos, vinculados a un deseo físico. En esta situación, tú sabes que tienes un compromiso previo con otra persona.
A pesar de lo visceral que puede ser el deseo sexual, ser o no ser infiel es una cuestión de decisión racional.
En esta entrada te mostramos el “camino” de la infidelidad, obviamente no para que lo transites sino para que lo reconozcas y sepas cómo evitarlo.
Estas son las tres etapas del camino. En cada una de ellas te adentras más en la infidelidad y arriesgas cada vez más tu relación de pareja.
Primera etapa: reconocer que te gusta y te atrae alguien diferente a tu pareja
Comencemos por el principio: tú y tu pareja son seres humanos, con todas sus cualidades, fortalezas, pero también con sus defectos, debilidades y, además, con sus fantasías y deseos.
Es completamente normal que te pueda gustar alguien diferente a tu pareja… y a tu pareja también le puede gustar alguien que no seas tú. Que te guste alguien es una evidencia de que estás vivo. Sentirse atraído por alguien diferente no significa que le estés siendo infiel.
Es normal sentirse atraída por personas “inalcanzables”, como modelos, actores o atletas. Incluso es normal que te guste alguien cercano, como tu vecino o tu compañero de trabajo; eso tampoco te hace infiel.
Te lo voy a decir claramente: el problema no es que te guste alguien diferente a tu pareja, el problema es qué haces al respecto.
Ser o no ser infiel es tu decisión, tuya y de nadie más. No es cuestión de la suerte o del destino sino de lo que tú decidas hacer… o dejar de hacer. De hecho, en la entrada al camino de la infidelidad vas a encarar básicamente dos opciones.
La primera es que des media vuelta y camines en la dirección opuesta.
Como supondrás, esa es la decisión que mi experiencia de más de quince años como terapeuta de pareja me lleva a recomendarte. Es más, dado todo lo que puedes poner en riesgo, yo no te diría que camines: ¡corre y aléjate de la tentación! Entre más te quedes explorando, más difícil va a ser alejarte tranquilamente.
Deja esa atracción en el plano de la fantasía y disfruta de ella en tu imaginación.
Recuerda que tus fantasías son tuyas, es parte de lo que eres. Hasta ahí no estás siendo infiel ni poniendo en riesgo tu relación.
Es algo muy común y sucede más frecuentemente de lo que te imaginas. Ahora bien, recuerda que uno PIENSA, SIENTE Y HACE… Conoce tus límites y autogestionate.
Si le das demasiada cabeza a esas fantasías, cada vez será más difícil controlarlas. Por esa razón disfruta en tu imaginación, pero vive y enriquece tu sexualidad con tu pareja.
La segunda opción es dar un primer paso en la dirección de la realización de la fantasía.
Segunda etapa: buscar un acercamiento
¡Cuidado! Una cosa es sentirse atraída por alguien e incluso tener fantasías con una persona que no sea tu pareja y otra, muy diferente, que hagas algo para convertir las fantasías en realidades.
En el momento en el que buscas un acercamiento o propicias un encuentro comienzas a recorrer el camino de la infidelidad.
Buscar un acercamiento ya implica una “microinfidelidad”. Es una pequeña acción, aparentemente inocente e inocua, pero que puede llevar fácilmente a que seas infiel con toda. Por ejemplo, cuando envías un mensaje como “te pense toda la noche”, estás propiciando una situación.
Con una pequeña acción como esta, estás buscando que pase algo con esa persona (que no es tu pareja)… estás buscando lo que no se te ha perdido.
Estás siendo infiel y estás abriendo la puerta a una situación en la que vas a arriesgar una decisión previa de compromiso afectivo y sexual.
Cuando propicias un acercamiento estás dando el primer paso en el camino de la infidelidad. Un camino que es bastante costoso y doloroso, aunque para muchos muy llamativo.
Tercera etapa: tener contacto con la intención de concretar el deseo
Si vas a hacer algo con alguien que te gusta (que no es tu pareja) consciente o inconscientemente estás buscando satisfacer tu deseo sexual. Seamos honestas: una cosa es irse a tomar un trago con un compañero de la oficina y otra, MUY diferente, es irse a tomar un trago con el compañero de la oficina que protagoniza tus fantasías. Si en la anterior etapa estabas en el terreno de las microinfidelidades, en esta ya estás en el de la infidelidad propiamente dicha. Este tipo de contactos son acercamientos aparentemente no sexuales, pero en ellos puedes encontrar mucho más de lo que estás buscando inicialmente. Es posible que en estos contactos iniciales solo encuentres atracción sexual. Este tipo de atracción lleva a la infidelidad esporádica, de la que hablamos en una entrada anterior, que no es la más riesgosa para la continuación de tu relación de pareja. Sin embargo, también es posible que en estos encuentros haya más que atracción física. Puedes encontrar, por ejemplo, afinidades, intereses comunes y objetivos compartidos o al menos cercanos. Como te lo contamos en una entrada anterior, estas coincidencias pueden llevarte a un tipo de infidelidad que es altamente amenazante para tu relación de pareja.***
Sobre la Autora
LORENA POLANÍA
Psicóloga Clínica- Fundadora