Cuando veía la tele y salía una mujer con pelo rizado, crespo u ondulado decía: “que lindo ese pelo” las admiraba como algo que quería tener pero estaba fuera de mi alcance.

El año pasado, iniciando la pandemia, luego de alisar por más de 20 años mi pelo, un día simplemente dejé de peinarme. Me sentía cansada de hacerlo, sentía que mi pelo sufría y de alguna manera había una parte de mi que rechazaba el rito que por tanto tiempo había mantenido. Sin embargo y aunque me gustaba como me veía de pelo liso, había algo que no me cuadraba y por mucho tiempo no supe bien qué era.

El día que dejé de peinarme me di cuenta que aunque los crespos no eran tan definidos y tenía frizz, mucho frizz 😆, sin ser perfectos empecé a sentirme diferente. Me sentía más YO… Me empecé a sentir más auténtica, libre, espontánea y cómoda conmigo y decidí no volver a peinarme! 

Con el paso de los días fui entendiendo que más allá de verme peinada, lo que busqué por muchos años era encajar en una imagen de mujer «bien puesta y profesional»… Cosa que nada tiene que ver con el cabello y reconocí que no era yo en realidad y que había decidido cargar con el peso de parecerme a una idea o estereotipo que me agotaba.

Este es mi caso particular y de ninguna manera digo que todas las mujeres que se alisan el pelo a diario quieren parecerse a otras, estoy hablando de mí. Simplemente descubrí cómo algo tan simple como verme al espejo y dejarme el pelo natural me mostraba una parte de mí más auténtica, más yo, lo cual sin duda relacione con aceptarme tal cual soy.

Me llevé una grata sorpresa, ya que descubrí una mujer más segura, fresca y empoderada, porque ya no tenía la carga de querer encajar. Sin duda mi cambio de look venía acompañado de un trabajo interior de años y un proceso de autoconocimiento que con una simple decisión de no peinarme más hizo click y todo lo vi más claro. Es más, hace unos años no creo que hubiera escrito nada de esto, me hubiera sentido vulnerable de mostrar cómo algo tan simple como un peinado me daba o quitaba seguridad.

Esta introducción la escogí para hablar de lo importante del AMOR Propio y como, si trabajas en ti misma/o y te aceptas, va sin duda, a traer como consecuencia tener mejor y más sanas relaciones.

El amor propio es la aceptación y el respeto por ti misma/o; son las percepciones, el valor que te das; los pensamientos y consideraciones que tienes hacia ti misma/o.

Esta frase de Erich Fromm psicoanalista, psicólogo social y filósofo, me gusta mucho: “Uno debería SIEMPRE empezar por sí mismo, pero uno nunca debería terminar por si mismo”

Realmente el amor propio garantiza mejores relaciones con uno mismo (porque las conversaciones internas se vuelven más realistas y amables y te vuelves más resiliente) y con los demás porque hacemos más conscientes aspectos como la empatía, la claridad, la honestidad y los límites.

La dignidad cobra un valor especial y sabes que el AMOR de verdad tiene límites, para proteger nuestras relaciones, a quien queremos y a nosotros mismos.

Somos más empáticos con las demás personas y con nuestro YO del pasado, nos culpabilizamos menos y entendemos que el comportamiento de otros tiene unas razones.

Empezamos a tener una relación amorosa con la soledad y desarrollamos la auto-observación para conocernos cada vez mejor.

El amor propio se puede desarrollar y aprender, no es algo que ocurra mágicamente, durante la vida aprendemos a AMARNOS y a odiarnos.

El amor propio se estimula con el AUTO-CUIDADO (puedes leer la entrada del blog El Auto-Cuidado la mejor forma de AMAR, parte 1) Estamos pendientes de sacar la segunda parte.

El Amor propio no es milagroso, así como lo digo a las parejas en consulta, El AMOR se acaba si no lo trabajan a diario. Pasa igual con el AMOR PROPIO, la autoestima necesita mantenimiento.

La autoestima es más que mirarse al espejo y decirte que te gustas o que te aceptas con el pelo ondulado y no liso.

Acá algunas ideas que puedes tener en cuenta para amarte a diario.

🥰 Idenintifica cuáles fueron tus modelos de AMOR propio: Es bueno entender las causas de porqué en la actualidad tienes una bueno o mala autoestima, entender ayuda a explicar el estado en el que estás con respeto al amor propio, pero no justifica el que sigas estancado en una pobre valoración de lo que eres. Este es solo el primer paso y luego de entender, necestas pornerte en acción.

🥰 Haz una lista de lo que piensas y crees de ti, muchas de esas ideas o pensamientos pueden ser producto de lo que te decían cuando eras niña/o, sin embargo, has una pausa y recuerda normalmente como te hablas, no como te hablaban… Cuáles son las etiquetas que usualmente te das… “Yo soy… de mal genio, yo soy… inteligente, yo soy… impaciente, o mucha boba/o, que tonta/o soy…. “
Luego de identificar qué es lo que te dices a ti misma/o, métele realidad al ejercicio, vuelve hacer una lista con dos columnas, tus luces y tus sombras. Parte de tener una buena autoestima es reconocer las inmensas posibilidades con las que cuentas y las limitaciones que te acompañan. Las luces te potencializan, así que continúa en el camino de mantenerlas. Las sobras también hacen parte de ti; no las critiques, acógelas, entiendelas y luego en caso de que quieras cambiarlas haz un plan para modificarlas.

🥰 Mírate al espejo y realiza una descripción de lo que ves. ¿Te gusta lo que ves? Me pasa que hay días en los que realmente me gusto y hay otros en los que prefiero ni asomarme al espejo, eso nos pasa a todos. Pero más allá de esos días en los que estamos de pelea con el espejo, ¿te gustas?. Una buena autoimagen es aceptarte como eres, sentirte bella/o. Hay estudios que muestran que las personas son más exitosas con su apariencia cuando se perciben a sí mismas atractivas, así no estén dentro de los estándares que nos vende la sociedad. Entonces a diario o la mayoría de los días mírate al espejo y háblate bonito, repitete a ti misma/o lo hermosa/o que estás, en definitiva lo hermosa/o que eres.

🥰 En el punto anterior terminó sugiriendo que te elogies y es que el auto-refuerzo
es fundamental, felicitarte por un día más de ejercicio, por establecer un límite que antes te costaba, (que de seguro te sigue costando establecer) consentirte y hacer cosas que te gusten, es recompensarte. Date gusto y repitete buenas palabras sabiendo que eres digna/o de ellas, esto reforzará tu auto-concepto.

🥰 Confía en ti: ¿y eso cómo se hace?, nuevamente pongámosle realidad al asunto, haz una lista de los logros que has tenido en tu vida, pequeños y grandes, luego remítete al primer punto en donde anotaste tus habilidades, luces y potencialidades, identifica cuáles de esas cualidades te han servido para lograr tus objetivos. Todos tenemos los recursos para enfrentar las adversidades y tenerlo claro da confianza y sirve para saber que a pesar de que tengas miedos puedes intentar y enfrentar lo que temes y lo que venga, eres capaz.

En resumidas cuentas, lo que forma tu autoestima es lo que crees de ti, si te gustas, si te reconoces capaz y si reconoces tus aciertos.

Amarse es una filosofía de vida

y debemos tenerlo bien claro para saber establecer límites en cualquier relación, para respetarnos a nosotros mismo y a los demás, el amor propio tiene que ver con nuestros valores y cómo los utilizamos en la vida diaria para tomar decisiones y gestionar nuestras emociones.

Si te amas nadie te va a gobernar, tendrás fuerza, entereza, amarte a ti misma/o es un proceso de auto-conservación.

Y recuerda que para amar más, mejor y sobre todo sanamente, primero ámate a ti misma/o

¿Cuál es tu «pelo liso» en tu vida?

Sobre la Autora

LORENA POLANÍA

LORENA POLANÍA

Psicóloga Clínica - Fundadora

Terapeuta individual y de pareja

Coautora del Libro:
Dos para Ser Felices
Editorial Grijalbo.

Más Información:
lpolper@polperpsicologia.com
Tel: +56 933 964 621

0
    0
    Tu Carrito
    Tu carrito esta vacíoVolver a la tienda
    Abrir chat
    Necesitas ayuda
    Hola 😀
    Necesito más información