Las decisiones nos acompañan todos los días, todo el tiempo.

Cuándo empecé a redactar esta entrada de blog, pensé en escribir algo como “¿A qué decisiones te has visto enfrentada/o en tu vida, han sido pequeñas?, grandes?, trascendentales?, ligeras?, triviales? Y luego dije… realmente las decisiones están desde que te levantas hasta que te acuestas, de pura suerte no eliges que soñar y eso… porqué durante el día te programas para ello. Entonces pensé que no era una buena forma de empezar…

Pensé, ¿qué es lo que en realidad quiero transmitir? un método, un mensaje de reflexión, ¿cuál es la intención? Y tuve que tomar una decisión…

En mi consulta encuentro personas que les cuesta tomar decisiones por miedo a equivocarse y es ahí donde les digo “LA GENTE EXITOSA ES LA QUE TOMA LA VIDA EN SUS MANOS Y TOMA DECISIONES” No porqué no se equivoque… sino que cuando tomas decisiones avanzas, no estás estático, te permites vivir, muchas veces con temor a equivocarte, muchas embarrándola completamente, pero entendiendo que si estudias bien tus posibilidades sabrás a lo que te enfrentas, lo que pierdes y lo que ganas y la gran mayoría de los casos GANAS experiencia y vida.

Lo que quiero transmitir básicamente son 4 cosas:

⏰ Todo el tiempo estamos tomando decisiones: como decía al inicio desde que nos levantamos hasta que nos acostamos.
↔️ Hay diferentes tipos de decisiones. Unas se asocian a rutinas y ya no hay ni que pensarlas. Otras por el contrario, son más trascendentales como elegir carrera, elegir pareja, elegir casarse, vivir en unión libre, elegir separarse, ser o no padres, cuántos hijos tener, trabajar o emprender… etc.
🔤 Hay métodos para tomar decisiones. (Más adelante te daré dos.)
💖🧠 Las decisiones desde mi punto de vista tienen que tener dos claros ingredientes, la mente y el corazón. Puedes ser racional en tu análisis, pero si pierdes de vista la emoción no vas a tener un equilibrio y podrías llegar a sabotear eso que decidiste.

Es importante aprender a ser prácticos en la toma de decisiones, hay cosas a las cuales sin duda darle tanta vuelta no es bueno ni para la mente, ni para el cuerpo, ni para el tiempo.

Hay temas que no dan espera a un gran a análisis. Sin embargo, cuando algo supera nuestro estado emocional es bueno parar y darnos un tiempo.

¿Te consideras un buen tomador de decisiones? ¿tienes un método para hacerlo? ¿te dejas llevar por la opinión de los demás? ¿te informas? ¿eres impulsivo? ¿mides consecuencias? ¿tu mejor aliado son tus emociones? ¿tienes en cuenta tus valores a la hora de tomar estas decisiones? cuando decides, ¿estás buscando complacer a otros?

Un método rápido para la toma de decisiones cuando el tiempo apremia y no se puede realizar un análisis profundo, es el sistema de valores, todos debemos tener una brújula, un norte, y eso no lo dan los valores de vida.

Yo recomiendo a mis pacientes hacer un ejercicio muy fácil y aclarador: leer una lista completa de valores de vida e ir descartando hasta encontrar 4, Tu Norte, Tu Sur, Tu oriente y Tu occidente.

Esos 4 valores en una situación de toma de decisiones donde la emoción o impulsividad estén a la mano, preguntarse si la decisión que van a tomar está alineada con esos 4 puntos cardinales, si la respuesta es SÍ, irás por buen camino.

A continuación te voy a escribir sobre un método que puede ser útil cuando tienes el tiempo para sentarte a escribir y analizar.

Las mejores decisiones son las que se toman de manera consciente e informada, por esta razón hay que seguir un método que te de la claridad y visión de todo el escenario posible para que te sientas tranquila/o con tu decisión.

Cuando hagas este ejercicio te recomiendo tener un papel y un lápiz, escribir te permite sacar las ideas y pensamientos y verlas desde otra perspectiva.

  1. ¿Qué opciones tienes? empieza a escribir, no te limites a dos o tres opciones, ten una perspectiva amplia, haz una lluvia de ideas, haz una lista, ten en cuenta todas las alternativas posibles. No importa que parezcan locas, desmedidas o imposibles.
  2. Evaluación objetiva: vas a evaluar de forma realista, no emocional, más razón que emoción. No te preocupes, más adelante iremos a las emociones, por ahora céntrate en lo racional.
    • ¿Qué quieres lograr con la decisión?: plantea un objetivo, ¿Cómo te ves cuando tomas la decisión independiente de cuál sea la elección? ¿Cuál es el objetivo central de la decisión?
    • Tomar cada una de las opciones del paso 1 y contestar las siguientes preguntas: ¿Cuáles son las Ventajas? ¿Cuáles son las desventajas? ¿Qué área de la vida se ve afectada con esta decisión? Evaluación integral, que área de la vida se pone en pausa si tomas esta decisión. ¿Cuáles son los riesgos y posibles consecuencias de cada una de las opciones?
  3. Evaluación emocional, balancear con el paso 2. Cómo te quieres llegar a sentir con la decisión que tomes. Definir cómo te quieres sentir. Tomar cada una de las opciones del paso uno y responder: ¿Cómo te sientes cuando te ves tomando esa decisión, feliz, frustrado, emocionado, temeroso. Si hay una emoción negativa debes preguntarte si estás intentando complacer a alguien más o buscando aprobación. Responde esta pregunta con cada una de las opciones, recuerda sé honesta/o contigo misma/o. Escucha bien tus emociones. Esto te ayudará cuando cuestiones tu decisión, ya que te dará la certeza en momentos de duda.
  4. Hacer una evaluación de opiniones y experiencias de otras personas: Este punto es opcional y debes ser cuidadoso si lo llevas a cabo. Si lo tienes en cuenta de pronto ves cosas que no habías visto y te ayude, si son personas muy cercanas debes mantenerte en una postura de escucha y no dejarte influenciar en tu decisión, ahí solo estás conociendo otros puntos de vista que pueden alimentar la información para la toma de la decisión.
    Documentarte no solo con lo que piensas o sientes, si no reconocer la experiencia de otros que han pasado por tu situación, aunque no es un punto determinante para que tomes la decisión si es una guía. Ver videos, leer, pedir ideas de otros, puede darte información. Acude a tus principales redes de apoyo. Recuerda que este paso es complementario.
  5. Limitar el número de opciones, filtrar a 2 max 3. Toma en cuenta la evolución de los pasos anteriores.
    • Evalúa las 2 o 3 opciones,
    • Repasa las 2 o 3 opciones con los pasos 1, 2 y 3
    • Meditarlas y reflexionar, permítete sentir, te sugiero que te tomes un tiempo a solas en un espacio que te dé tranquilidad, prende una vela, escucha música. Haz un ejercicio de meditación que te permita alinear todo lo que ya has analizado.
  6. Tomar la decisión, escoge una opción. Pon un tiempo límite para que no le des vueltas.
  7. Equilibrar la emoción 💖 (corazón) con la razón 🧠 (mente). Equilibrar la emoción y la razón, aquella decisión que equilibre más estos dos puntos, que se acerque, se adapte a tus objetivos emocionales y el objetivo central que planteaste al inicio será la conveniente.

Ten en cuenta que la mayoría de los casos no hay decisiones ni buenas o malas, si no decisiones que te acercan o alejan de tus objetivos, por esto, es importante tener claridad de hacia dónde te diriges y cuáles son tus objetivos.

Evita el perfeccionismo, “lo perfecto es enemigo de lo bueno” y el miedo a equivocarse. La mayoría de las veces no tomar decisiones puede ser la peor equivocación.

IMPORTANTE:
Recuerda que toda las decisiones tiene consecuencias, riesgos y si de decisiones estamos hablando, «siempre» cuando tomamos decisiones se pierde algo y se obtendrá algo. Seguramente será alineado a lo que deseas, lo que ganes tendrá un valor más relevante para tu vida.

OTRAS preguntas que te van a guiar y ayudar!!

¿Cuál es la emoción que te ha impedido tomar la decisión?

Si tienes sentimientos asociados al miedo que te han impedido tomar una decisión… pregúntate

¿Qué harías si no tuvieras miedo?

Recuerda
Las mejores decisiones son las que se toman de manera informada con el Co- Razón

Sobre la Autora

LORENA POLANÍA

LORENA POLANÍA

Psicóloga Clínica - Fundadora

Terapeuta individual y de pareja

Coautora del Libro:
Dos para Ser Felices
Editorial Grijalbo.

Más Información:
lpolper@polperpsicologia.com
Tel: +56 933 964 621

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