Era 4 de julio del año 2010, 8 de la noche, hacía calor; ya el verano tocaba la mitad de la temporada; yo me encontraba preparando el guión de lo que sería mi programa radial “La Hora de la Patada” el cual se emitía a las 4 la tarde del día siguiente por una frecuencia radial latina de la ciudad de Filadelfia, allá en el país del norte.

A lo lejos se escuchaba el ruido “infernal” de la pólvora y la brillantez de los juegos artificiales con motivo de la celebración del día de la independencia de los Estados Unidos.

De pronto un destello no de pólvora, si de un mensaje que incursionó en la pantalla de mi computador con su notificación de esa época… Abrí el mensaje de Messenger (la red social más famosa del momento) lo abrí y leí en perfecto castellano…”Y por qué no va?” . Me causó curiosidad ya que no era mi costumbre abrir mensajes de la red social y menos de personas desconocidas.

El mensaje se refería a una respuesta que le había dado a la administradora de un grupo cultural con sede en Miami y que estaba enviando a sus afiliados una invitación para asistir a un evento que se realizaría la semana siguiente en la capital del Sol. Mi respuesta había sido negativa, dada mi ocupación como periodista radial y coach deportivo radicado en la ciudad de Filadelfia cuna de la independencia de los Estados Unidos.

Ese fue el comienzo de un idilio muy romántico y sincero que a la fecha y de manera ininterrumpida ya lleva 11 años.

Parecía increíble que cupido me visitara ese día, dado que estábamos a 3500 kms. de distancia. Algunos dirán que es la magia de la tecnología, otros son escépticos y no creen en ello.

Para todos los que trabajamos utilizando las redes y más en esta época de pandemia, las citas por Internet se han convertido en una herramienta para ayudar en la gestión de la vida romántica de algunas personas.

Hombres solteros y mujeres de todas las edades participan en citas online, incluso adultos maduros. Hay quienes se registran en sitios web para conocer a personas, entablar una amistad y quien sabe, poder llegar a algo más serio.

Este tipo de encuentros, a través de Internet, han propiciado muchas relaciones y aportan ciertas ventajas. Pueden ayudar a mejorar la vida romántica, tanto online como fuera de ella y también la vida social en general.

Pero ese no fue nuestro caso, porque para mi pareja actual y yo no andábamos de “cacería” buscando “la pareja ideal” como muchas agencias lo presentan, vale la pena aclarar que no estoy en contra del sistema, cada cual participa de la fiesta con su libre albedrío.

Lo nuestro fue “causalidad”. Siempre he creído que el amor como el éxito llega cuando la oportunidad se junta con las ganas.

Esa noche de 4 de julio hace 11 años, tuve mis dudas, acerca de que una persona desconocida me escribiera esas cinco palabras que cambiarían mi vida para siempre. No tenía pareja en esa época, lo cual fue algo positivo para que se iniciara una relación bonita.  También ella pasaba por una experiencia semejante. Esto es clave para cualquier relación seria que comienza. Como bien lo dice el cantante guatemalteco Ricardo Arjona: “Tarde, sin daños a terceros” …”  “Justamente ahora irrumpes en mi vida, tarde como siempre nos llega la fortuna”.

Fueron 4 meses de correos permanentes por Hotmail, caritas felices por Messenger, luego vernos las caras por el computador hasta que decidimos conocernos personalmente.  Yo me regresé a Colombia y ella vino de Venezuela a Bogotá y 7 meses después de ese cuatro de julio del 2010 convertimos en “realidad” ese encuentro cibernético al que no acudimos por cita.

¿Magia? No, que va, sencilla es mi respuesta para quienes me lo preguntan. Hubo dos elementos que unieron nuestras vidas : Afinidad y comunicación permanente y a eso le agregamos un tercer elemento, fuimos sinceros desde el principio, nunca nos dijimos mentiras, eso es básico.

Se puede decir que ya pasamos la “prueba”, pues campanas nupciales anuncian boda próximamente.

En esta era moderna de las comunicaciones, el internet, el correo electrónico y el WhatsApp tienen el mismo impacto. Para muchos estas herramientas han reemplazado la televisión como la manera de pasar el tiempo libre.

Nos mantenemos en contacto y al alcance de la mano. Pero cuidado, no nos pueden abrazar o besar por internet; por eso nosotros tomamos la decisión de vivir juntos y no nos equivocamos.

El mundo online es un lugar divertido y emocionante. Sin embargo, hay algunas personas que usan Internet para aprovecharse de otras, obteniendo ganancias personales. Las estafas románticas pueden ser las más dañinas, debido a que se juega con las emociones de las personas para intentar conseguir ganancias financieras. Por fortuna para nosotros ese no fue ese caso.

Esto es un problema que se repite a menudo en la red, y crece en la medida que lo hace el mundo cibernético social. Afortunadamente, las personas se están volviendo cada vez más conscientes del peligro y cada vez tienen más conocimientos sobre las precauciones a adoptar.

Mi pareja y yo seguimos creyendo que el amor por internet si es posible siempre y cuando se junten los tres elementos: afinidad, comunicación y sinceridad y si a eso se le juntan las ganas pues bienvenido el matrimonio.

Sobre el Autor

SIRO PÉREZ PÉREZ

SIRO PÉREZ PÉREZ

Coach deportivo, escritor, mentor y conferencista en gestión del cambio.

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